En muchas organizaciones, los profesionales de TI son vistos como los “salvadores”. Son capaces de crear, poner en marcha y analizar procesos complejos que son esenciales para el funcionamiento de la empresa. Por esta razón, lo ideal es que quienes se dedican a ello usen sus conocimientos no solo para resolver asuntos puntuales, sino para fortalecer a los grupos de trabajo que quedan a cargo de las soluciones tecnológicas y estrechar lazos con sus aliados de negocio.

La idea es que el profesional de TI ayude a empoderar el recurso humano de la organización para que conozca los productos y servicios que ha adquirido, le saque el mayor provecho y pueda usarlos de la manera más autónoma posible, sabiendo que siempre podrá recurrir a él para solventar un problema o generar soluciones para nuevas necesidades.

Estas son 3 formas en las que un profesional de TI puede fortalecer la relación con sus aliados de negocios:

Despeja el enigma

La tecnología no tiene por qué ser vista como algo complejo, difícil, ni mucho menos, un conocimiento para entendidos. De hecho, si esto ocurre en la organización en la que el profesional de TI presta sus servicios, debería ser una alerta. Pasa tiempo con tus aliados de negocio, comprende sus procesos y enséñalos a entender y usar los recursos tecnológicos que han adquirido.

Cede el control (de manera controlada)

No, no es un trabalenguas. La realidad es que hay herramientas que deben ser manejadas por el profesional de TI, pero puedes crear grupos de trabajo en los que se otorguen ciertos permisos, de manera que las herramientas puedan ser utilizadas de forma transparente por otros miembros del equipo. Esto genera confianza en el personal y los ayuda a empoderarse.

Habla su mismo idioma

Si llegas a una organización tratando de imponer una jerga tecnológica complicada, no solo no te van a entender, sino que es posible que generes rechazo en el equipo. En vez de eso, trata de entender la forma en la que se refieren a sus procesos y busca similitudes con las soluciones o herramientas que propongas. Mientras más entiendas sus procesos, mejor puedes adaptarte a sus necesidades.